Cuando pensamos en la palabra piscina, lo primero que se nos viene a la cabeza son los grandes recintos municipales rodeados de césped donde puedes ir a pasar el día con tu familia o amigos. También podemos pensar en las calurosas piscinas climatizadas, rodeados de más gente practicando natación o dando clases en el agua.
Pero a lo que de verdad nos referimos es a la piscina que tenemos, o queremos tener, en nuestro propio jardín y de la que podamos disfrutar siempre que queramos sin tener que movernos de nuestra casa.
Por definición, una piscina es un estanque artificial de agua destinado al baño o a deportes de natación. Actualmente, este concepto va más allá y ofrece muchas más posibilidades que hace varias generaciones.
Si nos remontamos a la Antigüedad, encontramos que los romanos ya se dedicaron a la construcción de recintos artificiales dedicados al baño, así como de termas o saunas.
Afortunadamente, con el paso de los siglos las piscinas han ido evolucionando y adaptándose a nuestra sociedad y necesidades actuales. Ahora, cuando oímos la palabra "piscina", viene a nuestra mente un espacio en nuestra casa de las más altas calidades donde nos podemos bañar de forma segura y que podemos sacar partido de un amplio abanico de posibilidades.
A diferencia que en la Antigua Roma, nosotros podemos mantener y cuidar el estado de nuestra piscina. La tecnología ha jugado un papel muy importante para ayudarnos en este proceso de depurar e higienizar el agua. Así, podremos limpiar de impurezas tanto el agua como el fondo de nuestra piscina, controlar la higiene y el cloro.
Como ya hemos dicho, una piscina ofrece una gran variedad de posibilidades de las que disfrutar. Ahora que el verano está a la vuelta de la esquina, todas estas utilidades te pueden resultar realmente atractivas y te ayuden a decidirte por una.
La relajación. Ante la perspectiva de un verano en el que no te puedas ir de vacaciones, contar con una piscina en el jardín de tu casa puede ser de los pocos lugares de desconexión a dónde acudir a lo largo del día. Además, si la temperatura acompaña, puedes pasarte tardes enteras tumbado cerca del agua con el único propósito de relajarte.
Practicar deporte. Realizar actividades como natación, aquagym o voleibol acuático son una excelente alternativa a los entrenamientos tradicionales en los gimnasios. Con una piscina en tu propia casa, ya no tendrás la necesidad de desplazarte a ninguna parte y, además, tú te conviertes en tu propio entrenador. Combinar distintos tipos de ejercicios puede ayudarte a mejorar tu musculatura y bajar de peso.
La privacidad. Una de las ventajas que ofrece una piscina en tu propia casa es que tú elijes quién entra y quién no. A diferencia de las públicas, solo tú, tu familia y amigos podéis disfrutar de todas las ventajas de una piscina y sin nadie que os moleste.
Ayuda a socializar. Uno de los motivos principales de tener una piscina es para compartirla. ¿Y quién mejor para hacerlo que con todas las personas a las que quieres? Acudir a tu piscina también es una buena excusa para poder reunirte con gente sin tener que moverte de tu propia casa. Así, tu piscina se convertirá en un centro de reunión donde pasar largos días rodeado de tu gente.
Para los más pequeños. Uno de los mejores pasatiempos que pueden los niños pequeños es una piscina donde poder bañarse y jugar todos los días. Siempre bajo la supervisión de un adulto, una piscina en una casa con muchos hijos es una alternativa ideal a los móviles y ordenadores.
A parte de las ya mencionadas piscinas públicas, podemos encontrar una enorme variedad de piscinas que podemos instalar en nuestro propio jardín.
Si bien el mercado ofrece piscinas de todo tipo, aquí te vamos a enseñar unos cuantos modelos de piscinas que seguramente se ajusten a lo que estás buscando. Antes de decantarte por cualquiera de ellas, debes considerar una serie de factores que pueden ser decisivos, tanto personales como de construcción.
Necesidades personales. Para empezar, debes tener claro para qué vas a querer tu piscina. Si va a ser para uso individual, para toda la familia, con fines deportivos o de entrenamiento, como núcleo social... Dependiendo del uso que vayas a darla, te puede encajar mucho mejor una clase que otra.
Las características del terreno. Es decir, del espacio que dispongas en tu casa para instalar la piscina. Además, también hay que tener en cuenta la propia localización de la casa, así como del subsuelo y sus características. En general no hay mayor problema, pero nunca está de más hacer un estudio previo del terreno para descartar irregularidades y algún susto de última hora.
El presupuesto. El dinero casi siempre es un estorbo, y para la instalación de una piscina no iba a ser una excepción. Todo va a depender de las dimensiones finales que quieras que tenga tu piscina, de los materiales de construcción y mantenimiento y mano de obra. Aquí te mostraremos las opciones más económicas y populares entre la población. Aún así, debes tener en cuenta que una gran piscina puede ser una gran inversión, aunque por supuesto va a merecer la pena.
El mantenimiento. Como ya hemos dicho, las grandes piscinas requieren una revisión y actualización frecuentes, con el objetivo de sacarlas el máximo partido y que no nos causen problemas. Debemos tener en cuenta que una piscina un poco más pequeña puede suponer un ahorro en tiempo, dinero y esfuerzo a la hora de mantenerla.
Las piscinas hinchables se han convertido en una de las alternativas más populares entre todo tipo de familias, además de ser una solución muy práctica y económica para refrescarnos.
A diferencia de la creencia popular, actualmente el mercado ofrece una amplia variedad de piscinas hinchables.
Lo más llamativo de este tipo es que puedes encontrar desde modelos pequeños a otros enormes por muy poco dinero. Son fáciles de instalar -solamente necesitas una bomba de aire- y apenas requieren el mantenimiento de otras más complejas. Tampoco necesitarás comprar elementos de seguridad u otros accesorios ya que puedes deshinflarla cada día y aprovechar el espacio que deja para otra actividad. Esto se puede aplicar a largos periodos de tiempo, pues al acabar el verano se puede guardar en muy poco espacio y no te tendrás que preocupar por ella.
Otro aspecto importante es la evolución que han sufrido los materiales que las componen. Tanto el plástico como la diversa gama de polímeros que la forman, hacen de este tipo de piscinas una alternativa muy llamativa por los consumidores.
Si subimos un par de escalones en cuanto a calidad de piscinas para nuestro jardín, nos encontramos con las piscinas desmontables. Y lo mejor de este tipo de piscinas es que puedes disponer de ella de forma rápida y económica, todo sin renunciar a un diseño bastante atractivo, con materiales de buena calidad y garantía de durabilidad.
Estas piscinas ofrecen mucha más capacidad, tanto de agua como de personas dentro de la misma, y mayor estabilidad, ya que requieren de elementos estabilizadores y de anclaje al suelo. Pero no te asustes, porque estas piscinas se pueden montar y desmontar de manera rápida, sencilla y sin obras.
Dentro de las piscinas desmontables, existen diversos tipos atendiendo a los materiales de las que están hechas. Entre los más famosos, encontramos las piscinas de acero y las piscinas de madera. Ambas cuentan con una amplia variedad de diseños y tamaños, aprovechando siempre el máximo espacio posible de terreno y cuentan siempre con una calidez y duración garantizados.
A este tipo de piscinas es bastante común acompañarlas con distintos accesorios, siempre a favor de la funcionalidad y para explotar al máximo las ventajas que ofrecen. Entre ellos destacan la escalera desmontable o la depuradora de agua.
Dentro de la propia clasificación de las piscinas, nos encontramos con el criterio de depuración del agua y que sirve para establecer otro tipo diferente de piscinas.
El sistema de filtración del agua es algo fundamental para tener nuestra piscina en unas condiciones de higiene óptimas. Si bien para las piscinas públicas existen unas normativas autonómicas relativas al mantenimiento y depuración del agua, en las piscinas de uso privado no. Lo cual no nos exime de cumplir unos mínimos de carácter profesional para cuidar nuestra salud.
Al estar al aire libre y recibir luz solar, el agua está sometida a la contaminación que proviene tanto de microorganismos del medio ambiente, como de los usuarios o bañistas. La no oxigenación del agua favorece la reproducción de microorganismos, formando algas que dan un color verdoso. En verano, la temperatura alta facilita la formación de vida y es entonces cuando es más necesario un buen mantenimiento de la piscina. Además, la lluvia, los bañistas o el aire introducen cantidades de polvo, tierra y hojas que enturbian el agua de la piscina.
Es por esto se aconseja comprar una depuradora de agua o una piscina que incluya su propia depuradora. Las más aconsejables, en relación calidad-precio y para una piscina de tamaño medio son las depuradoras de cartucho y las de arena, siendo las últimas las más recomendables por su mayor capacidad de filtración.
Las piscinas con jacuzzi dejaron hace mucho de ser algo reservado para la alta sociedad y ahora cualquiera puede disfrutar de todo el lujo y las ventajas que ofrecen de manera mucho más accesible.
Este tipo de piscinas son de fácil colocación y se pueden conseguir en todo tipo de tamaños, formas y materiales.
Uno de sus mayores atractivos es su doble función: piscina y jacuzzi. Puedes usar cualquiera de las dos cuando te plazca y sin moverte del mismo sitio. Además, este tipo de piscinas suelen incluir un regulador de temperatura, así que puedes usar tu piscina jacuzzi en cualquier momento del año, además del sistema de hidromasaje integrado.
Otra ventaja, aunque parezca lo contrario, es que son piscinas de bajo mantenimiento. La mayoría cuenta con un sistema de filtrado automático, programable y bastante eficiente, por lo que no requiere la intervención del usuario y estará disponible siempre que quieras.
Por último, para su instalación no es necesario disponer de jardín, ya que se puede colocar dentro de la casa, en cualquier habitación. Todo esto convierte a las piscinas jacuzzi en una alternativa bastante popular en numerosos hogares, ya que puedes relajarte y desconectar en el lugar tú elijas, en la época del año que quieras.
Para los más pequeños de la casa también existe un tipo de piscina especial: las piscinas para bebés. Como su propio nombre indica, están diseñadas especialmente para niños entre 0 y 2 años por su reducido tamaño y su poca capacidad para el agua, aunque suficiente para que se diviertan sin correr ningún peligro. Es una piscina de reducidas dimensiones fácil de hinchar y de guardar durante todo el año hasta la época de buen tiempo.
Al igual que las primeras piscinas hinchables, éstas gozan de los mejores plásticos y polímeros que aseguran su durabilidad.
Además, son el tipo de piscinas que mayor variedad de diseños formas y colores ofrecen, como animales o de sus series favoritas, todos para resultarles divertidos. También existe la posibilidad de una piscina para bebés desmontable, de tamaño también reducido y de las mismas calidades.
Como ya hemos visto, existen una gran variedad de piscinas que se pueden instalar en el exterior de nuestra casa. Dependiendo de cuál sea nuestro objetivo y nuestro presupuesto, encontraremos la piscina perfecta.
Lo que hay que tener claro es que el fabricante siempre va a intentar que nuestra piscina se adapte perfectamente a las dimensiones de nuestro jardín para así sacar el máximo provecho del mismo.
También es interesante resaltar la diferencia entre las piscinas hinchables y las desmontables. Ambas se pueden montar y volver a guardar, pero las desmontables son más grandes y resistentes que las hinchables, principalmente por sus materiales. Por otro lado, necesitan un mínimo de mantenimiento y varios accesorios, no como las hinchables.
Al final, se va a tratar de una decisión propia y que no hay que tomar a la ligera, teniendo en cuenta todas las recomendaciones.
A la hora de decantarnos por un tipo de piscina u otro, debemos tener en cuenta que existen más variedades de piscinas. Son más grandes, complejas, caras y requieren construcción. Además son permanentes, por lo que no las vamos a poder desmontar.
Aún así, resultan más rentables en un plazo de tiempo mucho más largo y la vida en su entorno puede resultar más apacible.
Son recomendables, sobretodo, para grandes familias con grandes casas y un amplio jardín donde instalarlas.
A su vez, podemos encontrar dos tipos de piscinas de obra, que se diferencian en el proceso de construcción. La primera son las piscinas de obra normales, las cuales son instaladas por un equipo profesional. Las segundas, y menos recomendadas, son las que realizas por tu propia cuenta. Estas últimas son las menos empleadas ya que el precio se dispara.
Lo que tienen en común todas estas piscinas son su especial tramitación legal, pues se consideran obras mayores o menores en función del tamaño. De todas maneras, debes solicitar un permiso a tu Ayuntamiento antes de empezar las obras.
Como decíamos, este tipo de piscinas son menos comunes por su elevado gasto y su tramitación legal. Aún así, es una muy buena opción para grandes familias que gozan de un extenso patio donde vayan a instalar la piscina.
Se diferencian de las hinchables o las desmontables por su tamaño, pero sobretodo, por los materiales. Si bien en las primeras solo usaban plástico, madera o PVC, en las piscinas de obra se emplean cemento, hormigón armado, poliéster, hierro y bloques encofrados. Su objetivo es la durabilidad, resistencia e impermeabilidad.
El proceso consiste en excavar el terreno y forrarlo con una primera capa de poliéster. A continuación se arma el vaso con la forma deseada y se reviste con materiales que no filtren el agua.
Suponen un gran atractivo por su infinidad de acabados y los detalles que se le quiera dar, ya que se pueden poner mosaicos en el fondo, pequeñas zonas con jacuzzi o áreas menos profundas.
Las piscinas de obra realizadas con estos materiales han ido ganando popularidad en los últimos años por la rapidez de instalación -entre 10 y 15 días-, mayor resistencia y durabilidad en comparación con el hormigón armado.
Lo único malo de estas piscinas es que su precio es aún mayor que sus homólogas de otros materiales.
Destacan por la rapidez de su instalación -entre 10 y 15 días- y su amplia gama de formas y acabados. Además, son bastante más baratas que las de obra, aunque no tan duraderas y resistentes como éstas. Entre las desventajas, también requieren excavado y pueden decolorarse con el sol del verano.
Se instalan tras escavar e igualar el suelo con un lecho de grava como aislante; luego, se colocan sobre el lecho si son de poliéster, se sueldan las distintas partes si son de acero, o se unen por el perímetro los paneles de PVC liner o fibra de vidrio. Tras esto, se recubren de hormigón por capas o rellenan de grava los espacios sobrantes.
La piscina que escojamos va a estar determinada principalmente por su tamaño y volumen. Es sencillo: a más tamaño, más cara va a ser. Por eso hay que tener en cuenta también el tamaño del que dispongamos para nuestra piscina.
Aunque la piscina de nuestros sueños sea la más grande, debemos tener los pies en la tierra y pensar con cabeza cuál es el tamaño que de verdad necesitas y que mejor encaja en tu casa.
Si queremos destacar sobre los demás y que se queden con la boca abierta, la apuesta segura es una piscina de grandes dimensiones. Este tipo de piscinas, como ya hemos dicho, están pensadas para grandes casas pero, sobretodo, para personas adultas.
El motivo principal es su profundidad, que en la mayoría de los casos alcanzan los 2 metros. Si vives en un entorno en el que hay menores, no se recomiendan este tipo de piscinas por el peligro que pueden suponer.
Con el paso de los años, los tamaños y diseños de las piscinas han cambiado enormemente. Se han ido adaptando al gusto y necesidades de cada persona y actualmente hay verdaderas obras de arte.
Ya han quedado atrás las clásicas piscinas rectangulares; ahora cualquier forma que puedas imaginar, lo puedes plasmar.
Se han puesto muy de moda las piscinas con forma ovalada ya que ofrecen varias ventajas frentes a las piscinas cuadradas de mismo tamaño y capacidad: las curvas de la paicina permiten rodearla más fácilmente; su longitud de nado es mayor y su forma redondeada permite una mejor circulación del agua. Además, su instalación es más sencilla y permite moldearla al gusto en distintas partes.
A parte de su mastuosidad, las piscinas grandes suponen un contratiempo: un elevado mantenimiento. Por el contrario, las piscinas de tamaños pequeños y medianos, de obra o desmontables, requieren una preocupación mucho menor.
Esto es así porque tienen un volumen de agua mucho menor, por lo que un depurador o un filtro de gama más baja es suficiente. Tampoco comparten la misma superficie de suelo o de paredes, por lo que se pueden limpiar connmas facilidad.
Ésto siempre supone un punto de inflexión a la hora de decidirse por un tamaño de piscina u otro.
Los pequeños tampoco se iban a quedar atrás a la hora de elegir y disfrutar sus piscinas. Ya que no pueden bañarse en piscinas de mucha profundidad, al menos podrán hacerlo en una con una forma que les llenará de ilusión.
¿Qué niño pequeño no estaría entusiasmado con poder darse un chapuzón en una piscina con forma de unicornio? Ese momento ha llegado, y lo mejor de todo es que podrán disfrutar en una piscina exclusivamente para ellos y que a los padres no les costará ningún esfuerzo.
Como ya hemos explicado a lo largo del artículo, la elección de una piscina atiende a diversos factores, sobretodo si la queremos para largo plazo. No podemos tomar una decisión a la ligera, y lo más recomendable es consultar a un aparejador o arquitecto que nos recomiende qué opción es la más perfecta para nuestro situación en el caso de querer empezar una piscina de obra.
Aún así, los criterios de selección son los mismos: el entorno, el espacio disponible, el presupuesto, quién la va a disfrutar, objetivos personales, mantenimiento o materiales.
En el momento que lo hayamos decidido, tenemos que pensar la marca de piscina que mejor se ajuste a nuestras necesidades.
Es la empresa de piscinas que más tiempo lleva operando en nuestro país. Están especializados en exclusiva a la fabricación de piscinas hinchables, tubulares y accesorios para la piscina, como pueden ser colchonetas, aspersores, barcas y productos de ocio. Destacan por su rapidez en el envío de productos en menos de 48 horas y un servicio post-venta más rápido que sus competidores.
Esta empresa lleva algunos años menos en el sector, pero iguala en calidad y precio a su competencia de INTEX. Se dedican a la fabricación de piscinas hinchables y accesorios, pero también ofrece una amplia gama de productos para el cuidado del jardín y para disfrutar al aire libre. Aunque ambas marcas son similares en calidad y tiempo de montaje, BESTWAY tarda casi una semana en enviar productos y un servicio post-venta bastante superior.
Escoger el mejor equipamiento para tu piscina es el último paso que debes tomar antes de sentarte a disfrutar merecidamente de ella. Aunque parezca poco importante, el buen funcionamiento de una piscina se debe a una buena limpieza y un mantenimiento en condiciones.
Otros accesorios nos ayudarán a que el tiempo que pasemos en la piscina y disfrutando de ella sea más cómodo.
Hoy en día la exigencia es máxima para con el agua de nuestras piscinas. Mantenerla limpia es nuestro deber para mantener nuestra salud y ahorrar agua. Para ello es necesario instalar un sistema de depuradora en nuestra piscina que cuente al menos con una bomba para mover el agua, un filtro para retener todas las partículas, un sumidero por donde absorber el agua y boquillas de impulsión por donde el agua vuelve a la piscina.
El tipo de depuradora que compremos dependerá del tipo de piscina que tengamos, en concreto de su capacidad. Para una piscina hinchable o desmontable de tamaño medio o pequeño, es suficiente con una depuradora de cartucho o de arena. Son de una gama media, pero cumplen bien su función, siendo la de arena más efectiva por su mayor filtración.
Existen depuradoras de gamas superiores, pero son recomendables para piscinas más grandes.
Todos estos productos sirven para proteger y limpiar a fondo tu piscina cuando tú no estés presente y sin que te resulte ningún esfuerzo.
Las lonas son unas cubiertas de plástico aislante que cubren la superficie de la piscina en su totalidad. El objetivo principal es proteger al agua de que se ensucie con bacterias y microbios cuando no se la está dando uso o que se ensucie y deteriore en épocas como invierno. Se recomienda su uso en piscinas de obra, ya que las hinchables o desmontables en esas estaciones se pueden guardar y no hace falta mantener el agua.
Los limpiafondos son el mejor objeto para dejar tanto el suelo de la piscina como los laterales impolutos. Pueden ser manuales o robots de limpieza autónomos. Cualquiera de los dos es una buena inversión ya que cumplen a la perfección su cometido: limpiar de impurezas las zonas de apoyo y llegar a todos los lugares de la piscina. La ventaja de los limpiafondos automáticos es que puedes programar la limpieza a remoto desde tu dispositivo.
Los filtros son unos de los elementos clave a la hora de la limpieza del agua, ya que forman parte del sistema de depuración. Escoger un buen filtro es imprescindible para el buen uso y mantenimiento del agua, existiendo varios tipos en función de las características de nuestra piscina y rendimiento de la depuradora.
El agua pasa a través de este filtro que retiene las partículas en suspensión; dependiendo del material de dicho filtro, la calidad será mayor o menor.
Quienes más van a disfrutar de la piscina van a ser los pequeños de la casa, ya sea una piscina para bebés o una de obra. Por ello, los fabricantes de piscinas sacan cada año nuevos juguetes y medios de entretenimiento para que los niños puedan disfrutar al máximo de la piscina y del buen tiempo.
Lo que más destacan son los flotadores. Están compuestos de plástico y materiales porosos, lo que hace que se mantengan a flote y los niños se puedan agarrar a ellos. También los hay hinchables, muy útiles cuando son más pequeños y quieren aprender a nadar. Lo más llamativo de ambos tipos de flotadores es la gran variedad que hay, tanto en colores como en formas.
Las bolas para piscina también son un pasatiempo muy agradable. Son pequeñas bolas de plástico hinchables de poco diámetro, lo justo para llenar la superficie de la piscina y poder jugar con ellas.
Cualquier opción de entretenimiento es buena, siempre y cuando estén supervisadas por un adulto.
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